La resiembra es una tarea fundamental para el mantenimiento de una pradera de césped natural.
En ocasiones nos encontramos con zonas de césped desgastadas o deterioradas y nuestro trabajo como mantenedores será el de repararlas para conservar un tapiz verde durante todo el año.
Cuando nuestro césped presente mas del cincuenta por ciento de su superficie defectuosa, deberemos de plantearnos si regenerarlo completamente o preferimos reparar las zonas defectuosas.
Son muchas las causas que provocan que un césped presente calvas, el origen puede estar motivado por encontrarse afectado por enfermedades fúngicas tipo fusarium, fusariosis, antracnosis, rizoctonia, mancha dólar, pythium o roya, plagas, fisiopatias, o accidentes agronómicos.
La proximidad de árboles, muros o elementos que provoque una zona de sombra profusa.
La proliferación de hiervas adventicias sin control.
Ciertas condiciones de cultivo provocan la aparición del musgo, sobre todo en las zonas húmedas y sombrías del terreno
La Resiembra
No procederemos de igual forma si vamos a formar un césped totalmente nuevo mediante una siembra, que si vamos a restaurar las zonas de césped que se encuentran deterioradas dentro de una pradera ya asentada.
En la resiembra, las semillas de césped tienen que ser cuidadosamente elegidas, ya que tendrán muchos mas impedimentos para encontrar las condiciones de germinación adecuadas.
En este sentido debemos ser conocedores del tipo de semillas que encontramos en el mercado y su variedad de mezclas.
La semilla más utilizada para reparar las calvas de césped es el Ray Grass ingles y sus distintas variedades. Esta semilla tiene una rapidez de implantación que la hace ser elegida por la mayoría de jardineros.
El problema del Ray Grass, es su adaptación a las condiciones climáticas de calor extremo que se dan en algunas zonas de España.
Cómo preparar el terreno
Comenzaremos realizando un corte de césped bajo y posteriormente llevaremos a cabo un escarificado.
Distribuiremos de forma homogénea, ya sea manualmente o mediante una sembradora la mezcla del semillado elegido.
como recomendación general por la mayoría de comercializadoras de semillas, la dosis utilizada deberá ser de entre 30 o 40 gramos por metro cuadrado.
Nuestro consejo es aumentar la dosis a 50 0 60 gramos por metro cuadrado en los perímetros de área y también si procedemos a ensemillar de forma manual.
El riego debe ser programado para mantener una humedad constante, pero que no se produzca encharcamiento, la prolongación de esta tabla de riego vendrá determinada por el nacimiento e implantación de la semilla.